La Palabra de Dios permanece para siempre
Inserita il: 05/08/2012
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Del 18 al 22 de julio algunos miembros del grupo Cooperadores “Amigos de Jesús Buen Pastor,” realizamos una misión junto a Hna. Maria de los Ángeles Seijo en Olaeta, un pueblo de la diócesis de Río Cuarto, Argentina, bajo el lema “La Palabra de Dios permanece para siempre”. Se realizaron actividades con niños, jóvenes y también un taller bíblico para adultos, todos los días.
El miércoles por la mañana llegamos al pueblo de Olaeta, donde fuimos recibidos por la comunidad con alegría, y por la tarde fuimos a visitar la escuela secundaria y algunas familias, también por la tarde se comenzó con los talleres de adultos y luego celebramos la eucaristía.
Las actividades con los niños se realizaron durante la mañana y la tarde. Por las mañana se visitó el jardín de infantes, y se invito a los niños de la escuela primaria a participar de las actividades que se realizarían por la tarde, donde hubo juegos, cantos, y catequesis, trabajando con la parábola de la casa sobre la roca, y la parábola del sembrador.
A los jóvenes se los visitó en el horario escolar, el jueves tuvimos un encuentro de dos horas con el ciclo básico, y el viernes con el ciclo superior. Con ellos trabajamos con la parábola del sembrador, escuchando la Palabra, meditándola y actualizándola con la realidad que los jóvenes viven hoy.
Con los adultos se realizó un taller bíblico, el cual estuvo a cargo del Padre Rubén Darío, ssp y Luis Ricciardi (laico egresado de SOBICAÍN).
Todos los días compartimos con la comunidad momentos de adoración eucarística y la misa, en la cual se tocaban los temas vistos durante los talleres.
El día sábado tuvimos una convivencia comunitaria (niños, jóvenes y adultos). Por la mañana se realizó la dinámica del pan, donde todos en comunidad amasamos nuestro pan, el cual sería compartido en la merienda: “fue una experiencia hermosa”… comentaba la gente de Olaeta. Luego compartimos el almuerzo, y después tuvimos un momento de recreación; a la tarde dividimos al grupo según las edades, niños, jóvenes y adultos, para continuar trabajando el gesto del pan a la luz de la Palabra, y tuvimos el cierre con un momento de adoración y después la misa.
El domingo por la mañana nos despedimos de la comunidad para regresar a nuestras tareas cotidianas de trabajo, estudio, vida familiar.
Fue una experiencia enriquecedora poder compartir con un sacerdote paulino, ya que es la primera vez que nos acompañan pastoralmente, aunque siempre nos están acompañando con la oración y también con donaciones de libros, liturgias cotidianas, etc.
No podemos dejar de agradecer públicamente a los institutos San Gabriel Arcángel y Virgen de la Anunciación, junto a las Hermanas Hijas de San Pablo por su colaboración con el material de la misión (especialmente evangelios, revistas, etc.) ya que fue de mucha utilidad y la gente quedo muy agradecida por los regalos.
Repito, fue una experiencia enriquecedora ver cómo toda la Familia Paulina nos apoyó en esta misión. Nos sentimos todos muy bendecidos por el amor del Señor, Cristo Maestro y Pastor.
Gerardo Esquivel - Amigos de Jesús Buen Pastor
